Es uno de los apartados del Manifiesto por la mejora de la gestión de la formación programada a empresas y el sector de las gestoras de formación
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Manifiesto por la mejora de la gestión de la formación programada a empresas y el sector de las gestoras de formación 369.48 KB 32 downloads
Objeto: dar a conocer nuestra visión de la situación del sector de la formación...La formación de oferta depende de la formación programada a empresas.
Otro concepto mal extendido, o intencionadamente dirigido, es el que hace creer que la formación programada a empresas cubre aquellos aspectos a los que no llega la formación de oferta. Todo lo contrario:
Ley 30/2015. Artículo 10 Oferta formativa para trabajadores ocupados: “La oferta formativa para trabajadores ocupados tiene por objeto ofrecerles una formación que atienda a los requerimientos de productividad y competitividad de las empresas […] esta oferta formativa atenderá a las necesidades no cubiertas por la formación programada por las empresas. […]”
Las empresas no pueden ver superado y rebasado este hecho por el interés y el acento que determinadas organizaciones ponen en la formación de oferta, y el interés del gobierno y administración en contentar y satisfacer este interés de determinadas organizaciones.
La Ley 30/2015 coloca a la formación programada a empresas un escalón por encima de la oferta.
A partir de aquí, quiero proponer una serie de reflexiones:
Abandonar en la formación programada a empresas el modo “subvención”
La primera, y creo que la más importante es la orientación que hace el SEPE en los seguimientos de las acciones formativas y permisos individuales de formación.
Orientación dirigida hacia un expertise en el seguimiento de subvenciones (formación de oferta).
El SEPE inspecciona en modo “subvención” lo que no es una subvención.
En la formación programada a empresas el control lo tienen las empresas
Por otro lado, en segundo lugar, el poder en la formación programada a empresas lo tienen las empresas. No lo tienen las organizaciones (empresariales y sindicales). Aquí no hay lobbies. Aquí son directamente las empresas las que son dueñas de su dinero. Y deciden a quien pagan y a quien no.
Me comentaba un asociado que una inspectora orientaba a un determinado respecto con qué centro debían hacer la formación. Como si la inspectora fuera una comercial.
Ni siquiera los inspectores pueden influir en contenidos, duración etc
Ya lo dice el RD 694/2017 en su artículo 3: […] En la iniciativa de formación programada por las empresas para sus trabajadores, no será obligatorio que las acciones formativas estén referenciadas al citado Catálogo de Especialidades Formativas. En este caso, la duración, contenidos y requisitos de impartición de las acciones formativas serán los que determinen las propias empresas.
Dice empresas. No dice FUNDAE ni SEPE. Empresas.
Por lo tanto, es necesario cambiar el chip. Y el chip lo tiene que cambiar la administración (SEPE y FUNDAE), que con los seguimientos sesgados y con excesos de interpretación normativa han dejado tocada a la formación programada a empresas en las micropymes.
La formación programada a empresas: la protagonista del sistema
La formación programada a empresas es y será la protagonista del Sistema de Formación Profesional para el empleo en el ámbito laboral, aunque esto no guste a algunos.
Hay que hacer reformas en el lado de la administración. Hay un cuello de botella.
Es necesario hacer reformas. Claro. Pero no en el lado de la normativa para acomodarla a determinados intereses. En el lado de la administración.
¿Qué papel tiene FUNDAE? ¿Y SEPE? ¿Es necesario tanta burocracia administrativa? ¿Es bueno que una administración tenga tal cuello de botella con Recursos de Alzada y alegaciones? ¿Qué va a pasar con tantos recursos de alzada? Y, cuando empiecen (ya están empezando) tantos contenciosos administrativos, y haya jurisprudencia, qué pasará con tanta interpretación que FUNDAE ha dejado por escrito, como por ejemplo en la sección “Los expertos responden”
Es claro, que si se ha llegado a este punto burocrático algo ha fallado en la administración.
Y desde la crítica constructiva, cabe decir que algo tiene que cambiar en FUNDAE para el progreso adecuado de la formación programada a empresas. ¿Se han asumido los fracasos?
El SEPE debe cambiar el modo subvención al modo formación programada a empresas. Debe buscar la consecución de los objetivos de la formación programada a empresas y abandonar el papel de inspector contable, donde, últimamente parece que es donde tiene el punto de mira. Recordemos los objetivos:
- Impacto de la formación realizada en el acceso y mantenimiento del empleo
- Mejora de la competitividad de las empresas
- Adecuación de las acciones formativas a las necesidades del mercado laboral
- Eficiencia de los recursos económicos y medios empleados
¿Creéis que quien ha tenido una ExPost recientemente, piensa que se le ha inspeccionado respecto a estos objetivos?
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